lunes, 11 de abril de 2011

Las apuestas por los jóvenes: un arma de doble filo

Apostar por los jóvenes, esa es la filosofía de algunos directores técnicos, directivos y equipos en estos días, esto, es sin duda una decisión respetable y admirable, no invertir los millones en figuras, y en cambio, invertirlo en varios jóvenes que darán resultados (algunos más que otros), pero esto no siempre funciona y creer en los jóvenes puede resultar contraproducente, esta es la historia de Louis Van Gaal, el ex-técnico del FC Bayern München.

Van Gaal llegó al Bayern en 2009, tras una desastrosa campaña de Jurgen Klinsmann, el holandés llegaba al equipo bávaro tras hacer campeón al AZ Alkmaar, llegaba con una excelente trayectoria, prometía mucho y así lo hizo, llevó al equipo a conquistar la Bundesliga y la Pokal Alemana, incluso, a la final de la Champions League, instancia a la que no llegaban desde 2001.

Durante este proceso, apostó por un chico de 20 años (en aquel entonces), un joven que prometía, pero aun no convencía, ese joven se llama Thomas Müller, un año después, Müller es figura indiscutible en el Bayern, en la selección alemana y el mejor jugador joven del mundial de Sudáfrica 2010, además de ganar la Bota de Oro en dicha competición, a Van Gaal le había funcionado su apuesta.

Sin embargo, un día las cosas cambiaron, el nerviosismo se hizo presente en el equipo y es que en un partido de Champions League contra la roma el pasado 23 de noviembre, Van Gaal decidía sin ninguna base, que Thomas Kraft sería el portero titular, todos comprendían que el veterano Butt ya estaba en las últimas, pero él ya había anunciado su retiro el siguiente verano.

Van Gaal se aferró a su decisión y Kraft continuó en el arco, mostraba excelentes cualidades al atajar grandes tiros de los rivales, mostraba unos reflejos impresionantes, todos veían cómo un diamante en bruto se paraba en la cancha y comenzaban a pensar que sería de él en un tiempo, la sombra de lo hecho con Müller se proyectaba en Kraft y la meta del Bayern lucía más segura que nunca, al final todo resultó confuso.

El Bayern peleaba los primeros puestos de la liga, y la jornada dictaba que se debían de enfrentar al Hannover 96, el cual, de la misma manera estaba en los primeros puestos, el resultado fue a favor de Hannover, un partido para el olvido por parte de los bávaros, todo, gracias a un par de errores (muy graves) del joven portero Thomas Kraft, en una circunstancia en donde cualquier punto es valioso, Kraft hacía que el Bayern perdiera tres en un día.

La liga avanzaba y Kraft era puesto a prueba, la tensión en el equipo bávaro aumentaba gracias a los rumores de que el portero del Schalke 04, Manuel Neuer llegaría al equipo de Múnich en el verano, la directiva le insistía a Van Gaal en que regresara a Kraft a la banca, que aguantara a Butt hasta el verano y en ese tiempo le traerían a Neuer, Van Gaal se negó y su capricho le cobró factura el pasado fin de semana, con un terrible error de Kraft, el Bayern perdía el derby de Bavaria con el Nürnberg y perdía dos puntos más, la directiva del Bayern no lo soportó más y anunció el despido inmediato de Van Gaal (que su contrato ya había sido acortado un año y saldría del Bayern en el verano). Uli Hoeneß declaró tras el anuncio del despido de Van Gaal, "La cagada empezó con sacar a Butt del arco y poner a Kraft".

Y es así, como Van Gaal deja en el Bayern un joven que se convirtió en figura (Müller) y otro joven que tuvo la oportunidad y no la aprovechó, Kraft termina condenado a la banca del Bayern, si es que amplía su contrato, si no lo hace, saldrá como agente libre en busca de algún equipo que quiera sus servicios, es así señores, como se demuestra que el apostar por los jóvenes es un arma de doble filo, a veces, sale a la perfección, en otras ocasiones no lo hace y trae grandes consecuencias, Van Gaal es el ejemplo de esto.

Twitter @iSchweini

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